On February 7th 1985, DEA agent Enrique ?Kiki? Camarena Salazar was kidnapped, along with his Mexican reconnaissance pilot Alfredo Zavala Avelar, shortly after leaving the DEA Headquarters in Guadalajara on the way to meet his wife for lunch. When he didn?t show up, Camarena?s wife contacted US Ambassador John Gavin, who contacted Mexican authorities and asked that a search be started. The Mexican authorities weren?t quick to respond, so the US initiated Operation Camarena, stopping and searching every vehicle passing from Mexico into the US and turning the border crossing into a nightmare along its entire 2,000-mile span.
One month later, on March 6th, someone tipped authorities that the bodies of both Camarena and Zavala could be found on a roadside 60 miles south of Guadalajara. The DEA soon got a copy of an audiotape of the torture session that lated for nine hours and ended with two deaths. Those who?ve heard the tape say it is unbearable to listen to. The discovery of the bodies and the appearance of the audio sparked Operation Leyenda (Operation Legend), the largest manhunt in DEA history.
What provoked Camarena and Zavala? deaths was a bust they had initiated. The two were central in taking down the centerpiece of the Caro-Quintero clan?s operations in Chihuahua, a location called ?El Bufalo? that had 13 pot farms ranging from 500 to 1,200 acres. Each of the farms had the capability of growing over one million plants each. The DEA claimed that the raid resulted in the seizure of 8,000 tons of marijuana (sixteen million pounds). Michael Hooks, the man who ran the smuggling operation for the pot, laughs at that figure. ?There might have been that much there,? he told the Fort Worth Weekly when he recently surfaced for a few days, ?but some was still growing, some was drying, some was being cleaned. In any event, the Mexican government returned a lot of it within a week or so. And it was probably returned with apologies.? Whatever the figure, it is among the biggest pot busts in history.
Juez condena a 40 años de cárcel a dos líderes históricos del narcotráfico en México.
Pese a que Rafael Caro y Ernesto Fonseca, detenidos en 1985, debían purgar penas más altas, la legislación de ese año "no se podía imponer una sanción mayor".
Jueves 4 de Junio de 2009, CIUDAD DE MÉXICO.- El magistrado Adalberto Maldonado, del Juzgado Cuarto de Distrito en Materia Penal en el estado mexicano de Jalisco, informó ayer, miércoles, que condenó a Rafael Caro Quintero y Ernesto Fonseca Carrillo, líderes del narcotráfico en la década de los '80, a 40 años de cárcel cada uno.
A ambos, que fueron detenidos en 1985, se les procesó por los homicidios del ex agente de la DEA (Agencia Estadounidense Antidrogas) Enrique Camarena Salazar y del piloto aviador Alfredo Zavala Avelar, así como por el delito de narcotráfico y violación a la ley federal de armas de fuego y explosivos, señaló el juez en un comunicado.
Recordó que los dos capos históricos secuestraron y mataron a Camarena y Zavala en febrero de 1985. Además, indicó, Caro Quintero privó en 1984 ilegalmente de la libertad a más de 4 mil personas para que trabajaran en sus sembradíos de droga, en el norteño estado de Chihuahua.
A principios de 1985 cometió delitos relacionados con el tránsito aéreo así como introducción clandestina de armas de fuego al país y el homicidio de los ciudadanos estadounidenses John Clay Walter y Alberto Felipe G. Radelat, el 30 de enero de 1985.
El juez explicó que se aplicó la acumulación de penas y a pesar de que a Caro Quintero le correspondían 199 años de prisión y a Fonseca Carrillo 150, “sólo se les impuso como pena privativa de la libertad 40 años de prisión a cada uno”.
Agregó que “en la legislación vigente en 1985, que les es aplicable, no se podía imponer una sanción mayor por ser esa la que fijaba como límite máximo el artículo 25 del Código Penal Federal”.
El juez no dio más detalles sobre su decisión, tomada después de un proceso de más de casi 25 años.
A ambos, que fueron detenidos en 1985, se les procesó por los homicidios del ex agente de la DEA (Agencia Estadounidense Antidrogas) Enrique Camarena Salazar y del piloto aviador Alfredo Zavala Avelar, así como por el delito de narcotráfico y violación a la ley federal de armas de fuego y explosivos, señaló el juez en un comunicado.
Recordó que los dos capos históricos secuestraron y mataron a Camarena y Zavala en febrero de 1985. Además, indicó, Caro Quintero privó en 1984 ilegalmente de la libertad a más de 4 mil personas para que trabajaran en sus sembradíos de droga, en el norteño estado de Chihuahua.
A principios de 1985 cometió delitos relacionados con el tránsito aéreo así como introducción clandestina de armas de fuego al país y el homicidio de los ciudadanos estadounidenses John Clay Walter y Alberto Felipe G. Radelat, el 30 de enero de 1985.
El juez explicó que se aplicó la acumulación de penas y a pesar de que a Caro Quintero le correspondían 199 años de prisión y a Fonseca Carrillo 150, “sólo se les impuso como pena privativa de la libertad 40 años de prisión a cada uno”.
Agregó que “en la legislación vigente en 1985, que les es aplicable, no se podía imponer una sanción mayor por ser esa la que fijaba como límite máximo el artículo 25 del Código Penal Federal”.
El juez no dio más detalles sobre su decisión, tomada después de un proceso de más de casi 25 años.
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