Rafael Caro Quintero, nacido el 3 de octubre de 1952 en La Noria, Sinaloa es uno de los narcotraficantes más famosos de la historia criminal mexicana. Fundó el Cártel de Guadalajara, junto con Miguel Ángel Félix Gallardo. Durante la década de 1980 fue conocido como el Narco de Narcos . Finalmente fue detenido acusado del asesinato del Agente de la DEA, Enrique "Kiki" Camarena y de su piloto Alfredo Avelar, actualmente cumple condena en México.
Ernesto Fonseca Carrillo (born 1942) is a former Mexican narcotics trafficker, operating as leader of the Guadalajara Cartel alongside Miguel Ángel Félix Gallardo and Rafael Caro Quintero. Fonseca had been involved with smuggling since the early 1970s, primarily in Ecuador, later moving his operations to Mexico.
Los pioneros del narco Félix Gallardo, Fonseca Carrillo o Caro Quintero son apellidos que han formado parte de toda una legión delincuencial.
GUADALAJARA, México.— No lo vemos, sólo algunos conocen sus entrañas, muchos han muerto por formar parte de él, pero el narcotráfico en Jalisco está presente y, como toda historia, tiene un comienzo, sólo que ésta ha sido y sigue siendo forjada con drogas, sangre y corrupción.
La historia del narcotráfico en Jalisco, cuyos capítulos hasta hoy no han terminado, comienza con la huida de prisión de Ruperto Beltrán Monzón.
Originario de Sinaloa, Beltrán Monzón llegó a Guadalajara en 1964 después de escapar de la cárcel de Tepic, Nayarit, donde estaba preso por asesinar a un agente de la entonces llamada Policía Federal de Caminos que intentó detenerlo.
A Felipe de Jesús Garibay Valle, profesor de la Universidad de Guadalajara (UdeG), le tocó colaborar como abogado del sinaloense y afirma que éste poseía el control del tráfico de marihuana en Colima, Jalisco, Nayarit, Sinaloa y Sonora.
Durante años, Beltrán Monzón operó sin problemas en Jalisco, pero una acusación contra su esposa por poseer un laboratorio para procesar cocaína y las continuas fiestas de su hija lo colocaron en el reflector público.
Garibay Valle sostuvo que, por estas razones, Beltrán Monzón decidió desaparecer de la vida pública, aunque el especialista desconoce el momento exacto en que se alejó por completo del negocio.
Para 1977, cuando se lanzó la Operación Cóndor en Sinaloa, que buscaba acabar con el narco en dicha entidad, Beltrán Monzón ya no tenía poder y otros narcotraficantes como Miguel Ángel Félix Gallardo, Manuel Salcido Uzeta, alias "El Cochiloco", Ernesto Fonseca Carrillo y Rafael Caro Quintero habían tomado las riendas del tráfico de enervantes.
Fueron Félix Gallardo y "El Cochiloco" los que planearon el traslado a Jalisco por la Operación Cóndor, en la que participaron 10 mil soldados del Ejército y que tuvo como consecuencia el "efecto cucaracha".
Para 1979, durante el sexenio de Flavio Romero de Velasco, se formó el cartel de Guadalajara, primer grupo de lo que después se denominaría delincuencia organizada.
Sus principales integrantes eran Félix Gallardo, "El Cochiloco", Ernesto Fonseca Carrillo, Juan Ramón Mata Ballesteros, Juan José y Rafael Emilio Quintero Payán, Juan José Esparragoza "El Azul", Rafael Caro Quintero y Pablo Acosta Villarreal.
Fernando Espinoza de los Monteros, también profesor de la UdeG y quien dirige el seminario de Crimen Organizado en la Facultad de Derecho, afirmó que estas personas podrían ser catalogados como narcos rurales.
"Tienen todos un mismo común denominador: todos son personas de escasos recursos, todos son gente campesina o ejidataria, todos son de baja cultura, todos son personas que aspiran por una mejor forma de vivir", dijo el especialista.
"Le hemos denominado la ‘mafia rural’. Pertenece a un grupo de gente que no tiene mucha capacidad [organizativa]. Sin embargo, aunque no tienen mucha capacidad, logran amasar fortunas increíbles".
Para 1981, Enrique "Kiki" Camarena Salazar, un ex marine del Ejército de Estados Unidos convertido en agente de la Oficina Federal contra el Narcotráfico (DEA), fue asignado a Guadalajara.
Tras cuatro años de trabajar como infiltrado, Camarena fue secuestrado el 7 de febrero de 1985 y posteriormente torturado por miembros del cartel.
Esto desencadenó una gran persecución por parte del gobierno de México, instigado por Estados Unidos, contra los miembros del cartel de Guadalajara.
Las detenciones de algunos, y los asesinatos de otros, escribirían el epitafio de dicha organización.
Según Garibay Valle, Félix Gallardo se entregó a las autoridades para proteger otros intereses con su captura, aunque el abogado no supo precisar cuáles eran.
Ya preso, Félix Gallardo convocó a una reunión y repartió México a los integrantes de su organización, con la esperanza de que se mantuvieran unidos.
Tijuana quedó a cargo de los Arellano Félix y Chuy Labra; Sinaloa fue para Joaquín "El Chapo" Guzmán y El "Güero" Palma; el del Golfo, controlado por Juan García Ábrego, y el de Ciudad Juárez, liderado por Amado Carrillo Fuentes.
Aunque no hay datos exactos, una fuente policial durante esa época sostuvo que Jalisco fue controlado por "El Chapo" y por Ismael "El Mayo" Zambada.
Narcos ‘buena onda’
Respetuosos, caballerosos, simpáticos y respetables, así describe Felipe de Jesús Garibay Valle, profesor de la Universidad de Guadalajara, a los integrantes de la primera generación de narcotraficantes.
Como abogado de las "infanterías" de los capos, a Garibay Valle le tocó en una ocasión hablar por teléfono con Miguel Ángel Félix Gallardo.
"Don Miguel era un caballero también, pudo haber hecho algunas cosas indebidas, delitos, lo que sea, pero él en su persona era una persona muy caballerosa", dijo el profesor.
A Ruperto Beltrán Monzón y a Manuel Salcido Uzeta, alias "El Cochiloco", los describe como personas muy respetables, mientras que a Ernesto Fonseca Carrillo, "Don Neto", a quien conoció en una fiesta, lo define como un tipo simpático.
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